El gran avance de los agronegocios sojero y forestal en Uruguay, con la consecuente concentración y extranjerización de la producción y la tierra, más los graves impactos ambientales y sociales, la promoción de la energía nuclear y las escasas posibilidades de participación activa de la sociedad organizada en las políticas de medio ambiente, son los principales contenidos del capítulo ambiental del Informe SERPAJ 2008, realizado por REDES-Amigos de la Tierra Uruguay.
El pasado 10 de diciembre se dio a conocer el Informe 2008 de SERPAJ, “Derechos Humanos en el Uruguay”, en el cual se incluyó, como se hace año a año, un capítulo sobre ambiente elaborado por REDES-Amigos de la Tierra Uruguay en el marco de su trabajo en el Capítulo Uruguay de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD).
En la zafra 1999/2000 la producción de soja en Uruguay no alcanzaba las 9.000 hectáreas, mientras que en la de 2007-2008 más de 460.000 hectáreas fueron sembradas con soja transgénica, principalmente dominadas por capitales argentinos. “El crecimiento exponencial de la soja con carácter de monocultivo ha hecho que este agronegocio, especialmente en 2008, abandone sus regiones ‘tradicionales’ del litoral oeste del país para alcanzar zonas especialmente sensibles a la producción de alimentos básicos para el mercado interno”, expresa el informe ambiental de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay.
El estudio objeta la consolidación del desarrollo forestal y celulósico del país, con el funcionamiento a pleno de la planta de la empresa finlandesa Botnia, el comienzo de la construcción de la fábrica de la española ENCE, la decisión de la compañía portuguesa Portucel de radicarse en el país y la fuerte adquisición de tierras para forestar por parte de la sueco finlandesa Stora Enso. Alrededor de un millón de hectáreas de tierra están forestadas con monocultivos de eucaliptos y pinos, y más de 550.000 están controladas por la empresa estadounidense Weyerhaeuser, y por las propias Botnia y ENCE.
El informe, titulado “El otro medio ambiente”, valora positivamente un proyecto de ley remitido al parlamento en octubre de 2008 por el Poder Ejecutivo y que busca acotar en algo el accionar de las empresas de los agronegocios, toda vez que existan diversas señales preliminares de erosión, contaminación y empobrecimiento del suelo por ejemplo. Destaca asimismo una ley aprobada a instancias del gobierno en septiembre de 2008 y que suspende por el lapso de un año el vencimiento de contratos de arrendamiento con destino a la lechería, rubro que se encuentra en franca competencia por el recurso tierra con el sojero.
El estudio objeta la reedición del debate sobre la energía nuclear, con el ánimo de derogar la ley Nº 16.832, que prohíbe en su artículo 27 “el uso de energía de origen nuclear en el territorio nacional”. Explica que no se tienen debidamente en cuenta el tiempo de construcción de una planta nuclear (unos 15 años), los miles de millones de dólares que necesita como inversión y los “costos para el medio ambiente o la hipoteca que representan los residuos nucleares para las futuras generaciones”.
El informe de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay recupera los cuestionamientos realizados en el marco del Segundo Congreso del Pueblo a la poca participación activa que se da a la sociedad organizada en las decisiones sobre políticas ambientales. En esta línea, el programa de soluciones surgido del Congreso del Pueblo demanda “un desarrollo agropecuario, industrial, energético, pesquero y portuario que se refleje en un desarrollo sustentable de las comunidades y que contemple sus intereses”.
Por más información:
Carlos Santos
REDES–Amigos de la Tierra Uruguay
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carlos.santos@redes.org.uy
Vea el informe completo en formato pdf.