Entrevista al biólogo marino Oscar Galli, de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay, sobre el experimento de “fertilización” marina con hierro en aguas antárticas internacionales.
El proyecto indio-alemán de dispersión de seis toneladas de polvo ferroso en aguas internacionales antárticas con la intención de favorecer la absorción de dióxido de carbono por fito-plancton resume una vieja aspiración de las potencias industriales de poder “controlar” sus emisiones de gases nocivos a la atmósfera, transformando en negocio una aventura pseudocientífica. Es más: existen antecedentes del mismo en la década del 30 del siglo pasado. Sin embargo no existen investigaciones exhaustivas acerca de las consecuencias ecológicas y ecosistémicas de este tipo de “experimento” dijo a Radio Mundo Real Oscar Galli, biólogo marino e integrante de REDES-Amigos de la Tierra Uruguay.
“El primer promotor de este tipo de experiencias históricamente ha sido Estados Unidos y los antecedentes se pueden remontar hasta 1933 en los intentos por modificar el mar con cortinas de sulfuro de hierro”, dijo Galli. Desde entonces hasta ahora se han registrado al menos diez intentos en varios países de este tipo de experiencia.
Alemania e India acordaron llevar adelante este proyecto que afectaría a unos 300 kilómetros cuadrados del Océano Antártico con polvo de hierro, el cual favorecería la absorción de dióxido de carbono por parte de algas superficiales, las cuales teóricamente se hundirían reduciendo el volumen de este gas, causante del efecto invernadero.
Galli señaló que existe una moratoria para este tipo de experimentos de fertilización interpuesta por 192 países, la cual no viene siendo respetada, y subrayó el interés geopolítico de la “alianza” entre una potencia emergente como India y una plenamente industrializada como Alemania.
“Aparentemente el Ministro Federal de Medio Ambiente de Alemania (Sigmar Gabriel), está objetando este experimento pero los investigadores y las empresas que los auspician hacen caso omiso de esas advertencias y se respaldan en el aval del gobierno federal”, relató Galli en diálogo con Radio Mundo Real.
Galli subrayó además que este experimento estaría alentando a la quema de más y más combustibles fósiles, con la consiguiente liberación de anhídrido carbónico a la atmósfera y el calentamiento global, además de dañar seriamente los ecosistemas marinos.
“El director ejecutivo de la empresa Planktos Inc., Russ George, ha admitido que se trata de experimentos comerciales, de negocios, sin una finalidad científica”, declaró Galli. En efecto, en 2007, mientras el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) -principal grupo científico de la ONU en el tema- criticaba el concepto de la geoingeniería, Planktos Inc. anunció estar lista para descargar varias toneladas de partículas minúsculas en las aguas alrededor de las Islas Galápagos, cubriendo un área más grande que Puerto Rico y levantando sendas protestas.
“Hay que tomar esto como lo que es: un intento por seguir especulando, por seguir fomentando la compra del derecho a contaminar”, sintetizó el científico uruguayo.
Nota publicada en Radio Mundo Real el 2 de febrero. La puede leer y escuchar en:
http://www.radiomundoreal.fm/rmr/?q=es/node/27115