Otra historia

http://www.flickr.com/photos/libertinus/Los jóvenes en la anulación de la impunidad

La anulación de la ley que en Uruguay permitió que quienes torturaron y asesinaron durante la última dictadura militar – que tuvo lugar entre 1973 y 1985- permanecieran impunes, reunió durante los últimos dos años a diferentes organizaciones, que representan a distintos sectores de la sociedad.

Trabajadores y trabajadoras, estudiantes, grupos de ex presos políticos y artistas, fueron algunas de las decenas de personas que se podía ver en las esquinas de la capital uruguaya, Montevideo, pidiendo a los ciudadanos que pasaban que firmaran para anular la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, para empezar a cambiar desde el presente una parte de la historia.

Mariana Licandro es una de esas personas que participó activamente en el proceso de anulación de la ley, que terminará de zanjarse cuando se realice un referéndum en el que toda la ciudadanía deberá pronunciarse sobre el tema, y que coincidirá con las elecciones nacionales del 25 de octubre.

Licandro es militante estudiantil y desde hace años participa en la Comisión de Derechos Humanos de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, la F.E.U.U.

Ella explicó que el proceso fue por un lado “difícil y cuesta arriba”, porque la recolección de firmas empezó en 2006 y en el último tramo de la campaña llegaron miles de adhesiones -lo que obligó a redoblar los esfuerzos para que ninguna quedara afuera- aunque indicó que, por otro lado, fue muy gratificante.

“Por suerte, desde el lugar que nos tocó trabajar a nosotros, desde la F.E.U.U., se sumaron un montón de compañeros jóvenes, lo que por un lado te gratifica, en el sentido de que no somos poquitos los jóvenes a los que nos interesa derribar la impunidad. Y también el día de la entrega de firmas fue una emoción que nos abarcó a todos, porque nosotros terminamos el 24 de abril, el día que se entregaron las firmas, con un festejo en la explanada de la Universidad donde reunimos a más de 5.000 jóvenes, y el estar ahí rodeados de ellos, con diferentes artistas que estuvieron de forma solidaria, en el mismo lugar físico donde le dispararon (en el período autoritario) a (los militantes estudiantiles) Susana Pintos o a Hugo de los Santos, en ese momento fue muy emocionante. Y era emocionante pensar en nosotros como jóvenes de alrededor de 18 a 23 años, que si bien tenemos una libertad limitada, tenemos el derecho a poder expresarnos públicamente y pensar que compañeros que estuvieron en la federación de estudiantes, en el movimiento estudiantil, en los 60, en los 70, nunca lo pudieron hacer”, afirmó Licandro.

Nota publicada en Radio Mundo Real el 25 de junio. La puede leer y escuchar en:
http://www.radiomundoreal.fm/Otra-historia