REDES – Amigos de la Tierra Uruguay pone a disposición de la ciudadanía en general una nueva revista que analiza el desarrollo transgénico en el Cono Sur y pone especial atención en nuestro país. Con el nombre “La coexistencia excluyente. Transgénicos en el Cono Sur – El caso uruguayo”, la publicación contó con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll de Alemania y Amigos de la Tierra Internacional.
El Cono Sur es una región de fundamental importancia en la producción de alimentos a nivel mundial. Es por esto que las corporaciones transnacionales del sector de los agronegocios han dedicado mucho esfuerzo en introducir la tecnología transgénica en la región.
El avance de los agronegocios en esa zona (con los transgénicos como pieza clave) ha generado una serie de impactos ambientales y sociales aún no ponderados por los gobiernos de turno, alerta el nuevo texto. Entre esos impactos se destaca el desplazamiento de comunidades campesinas e indígenas, el avance de la frontera agrícola sobre los bosques, el aumento de la contaminación ambiental y de los perjuicios a la salud gracias al mayor uso de agrotóxicos, la apropiación de los conocimientos tradicionales locales y la violación de la soberanía de los pueblos.
En particular, el agronegocio sojero se ha desarrollado espectacularmente en los últimos diez años. En Uruguay, la expansión de la soja ha desplazado a la agricultura familiar, entre otras cosas porque ha conducido a un sostenido proceso de aumento de los precios de arrendamiento de las tierras. En la zafra 2008-2009 se cultivaron 580.000 hectáreas de soja en el país (habían sido 10.000 hectáreas en la zafra 2000-2001). Prácticamente el 100 por ciento de la soja uruguaya es transgénica, conocida con el nombre RR (Roundup Ready, resistente al herbicida glifosato) y perteneciente a la empresa estadounidense Monsanto, la mayor productora de semillas modificadas genéticamente del mundo. Los otros dos trangénicos que se pueden producir y comercializar en Uruguay son el maíz MON 810, también de Monsanto, y el maíz Bt11, de la empresa suiza Syngenta.
La principal organización de agricultores familiares de Uruguay, la Comisión Nacional de Fomento Rural, ha solicitado al gobierno que tome medidas para poner límites a la expansión de los agronegocios y evitar que desaparezca la agricultura familiar.
Los cultivos transgénicos ocupan en la actualidad cerca de 37 millones de hectáreas en el Cono Sur, lo que equivale a un tercio del área de cultivos transgénicos a nivel mundial. El principal cultivo es la soja, pero también se siembran maíz y algodón transgénicos. El país con mayor área de cultivos transgénicos a nivel global es Argentina, con cerca de 19 millones de hectáreas, seguido por Brasil con 14,5 millones.
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Karin Nansen – Pablo Galeano
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