En el marco del Foro Público sobre Sistema Energético, Justo y Soberano realizado el jueves 4 de junio en Montevideo, Uruguay, la atención se colocó en la incidencia de tratados multilaterales o bilaterales de libre comercio, o de protección recíproca de inversiones sobre los servicios públicos, en especial energéticos.
El integrante de REDES – Amigos de la Tierra Uruguay Alberto Villareal, focalizó su intervención en el Tratado de Comercio de Servicios (TISA por su sigla en inglés) del que participan en términos de negociación medio centenar de países del mundo –entre ellos Uruguay aunque con fuerte resistencia social y sindical en ese país- y los efectos que, de rubricarse, el mismo acarrearía para un Estado que, por decisión popular, mantiene el control monopólico de la transmisión y comercialización de energía eléctrica y refinación de petróleo.
Villareal indicó que los denominados países “Brics” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), economías emergentes, son mantenidos al margen de estas negociaciones y que el centro de gravitación geopolítica sigue ubicándose en Estados Unidos y Europa.
“Si estamos hablando de desmercantilizar la provisión y distribución de energía, de promover políticas de transición, pues eso requiere cambios de reglamentación, de legislaciones nacionales”, que algunas cláusulas del TISA harían inviables, señaló Villareal.
El TISA incluye, además del clásico tratamiento de “nación más privilegiada” otros mecanismos como el “trinquete” y del “status quo” mediante el cual se coarta la posibilidad de los Estados de resguardar partes de sus sectores estratégicos y congela las chances de reglamentaciones de protección.
El activista ambiental, quien también hace parte de la Campaña para Desmantelar el Poder Corporativo y la Impunidad de las Transnacionales que busca un Tratado Vinculante para las corporaciones en su accionar tocante a los derechos humanos indicó que algunos de los contenidos del TISA que se negocian actualmente en Ginebra son lesivos a la soberanía de los Estados, incluso en materia de compras o licitaciones para obras públicas.
“Actualmente el Estado uruguayo tiene la potestad de dar preferencia en una licitación a una empresa local, lo cual estaría prohibido por el TISA”, dijo Villareal. “Las empresas energéticas uruguayas como UTE (electricidad) o ANCAP (petróleo) no podrían brindar un precio preferencial a otras empresas uruguayas” de aprobarse el Tratado, ejemplificó.
En su etapa más reciente, el borrador del TISA que negocian en secreto 50 gobiernos establece la claridad de “regular de manera supranacional servicios de salud, agua, financieros, telecomunicaciones, transparencia y transporte, entre otros, y plantea que los países firmantes den a los proveedores de servicios financieros extranjeros el mismo trato que a los nacionales. El instrumento, por añadidura, pasaría por encima de regulaciones establecidas por diversas naciones por razones culturales, sociales, ambientales (como para enfrentar el cambio climático) o de desarrollo y establecería, en caso de que llegue a firmarse, la facultad de “tribunales ‘comerciales’ privados” de decidir la forma en que los países regulan actividades que son fundamentales para el bienestar social”, asegura un análisis publicado por el sitio web Wikileaks a partir de documentos reservados interceptados sobre el TISA.
El Foro fue organizado por REDES – Amigos de la Tierra Uruguay y el Programa Uruguay Sustentable, con el apoyo de la Heinrich Böll Stiftung, France Libertes Fondation Danielle Mitterrand y el Trasnational Institute (TNI, Países Bajos).