La Alianza Biodiversidad, integrada por organizaciones y movimientos sociales latinoamericanos, está difundiendo un documento titulado “12 razones por las que decimos NO al Acuerdo de Libre Comercio MERCOSUR – Unión Europea” (UE), mientras en la capital de Paraguay, Asunción, se realiza una nueva ronda de negociaciones que podría terminar el 2 de marzo con el tratado sellado.
El acuerdo “significaría la consolidación por primera vez en la historia del MERCOSUR de un marco de obligaciones que condicionan negativamente las posibilidades de desarrollo y transformación económica y productiva en un futuro”, dijo a Radio Mundo Real la licenciada en Relaciones Internacionales Viviana Barreto. “También condicionaría negativamente la potencial consolidación de un esquema de integración regional. Parece bastante preocupante, yo diría más bien alarmante, que la única posición ofensiva del MERCOSUR se centre en el sector agroexportador”, agregó la también integrante de REDES – Amigos de la Tierra Uruguay.
La Alianza Biodiversidad está integrada por: Acción por la Biodiversidad de Argentina, la propia REDES – Amigos de la Tierra Uruguay, el Grupo Semillas de Colombia, Acción Ecológica de Ecuador, la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile (ANAMURI), BASE – Investigaciones Sociales de Paraguay (BASE-IS), el Colectivo por la Autonomía de México, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina), la Red de Coordinación en Biodiversidad de Costa Rica, el Centro Ecológico de Brasil, el Grupo ETC de México, y GRAIN de Argentina y Chile.
Según explicó a Radio Mundo Real Marielle Palau, investigadora de BASE-IS, el documento “12 razones por las que decimos NO al Acuerdo de Libre Comercio MERCOSUR – Unión Europea” (ver link abajo), que tiene en pocos días cerca de 500 adhesiones, es una síntesis de diversos motivos que las organizaciones y movimientos sociales que lo promueven consideran claves para oponerse al nuevo convenio.
De lo que se pudo analizar del texto en negociaciones gracias a algunas filtraciones, por el secretismo con el que ha sido tratado, a las agrupaciones sociales les preocupa especialmente cómo el acuerdo afectaría a la agricultura y consolidaría el modelo extractivista en la región.
El hecho de que “nuestros gobiernos estén firmando un acuerdo que compromete profundamente el futuro de nuestros países sin una consulta previa nos parece extremadamente clave”, dijo Marielle Palau primero. Agregó luego que la aprobación del tratado MERCOSUR-UE implicaría que los gobiernos latinoamericanos deberían firmar el Convenio UPOV 91 (de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales), aprobar las llamadas “Leyes Monsanto”, “que criminalizan la circulación e intercambio de semillas criollas”.
En tanto, Viviana Barreto aseguró que la posición del MERCOSUR en las negociaciones oficiales “da cuenta de una perspectiva que es absolutamente jugada y restringida al sector agroexportador, en particular a lo que tiene que ver con la ganadería extensiva y la soja”. “A cambio, se renuncia a algunos otros elementos que pueden permitir un desarrollo alternativo y menos dependiente”, añadió. Viviana se manifestó en una línea muy similar a la de Marielle. “Si se firma el acuerdo como está hoy en día se consolida ese patrón de inserción en la economía global. Y para nuestras economías y nuestros pueblos significará la profundización de los problemas que presenta ya hoy en día el agronegocio: expulsión de productores familiares, campesinos, la deforestación, la contaminación con agrotóxicos, la destrucción de las economías regionales y la pérdida de la soberanía alimentaria, por lo tanto, una creciente vulnerabilidad alimentaria”.
En base a entrevista publicada en Radio Mundo Real.