“Seguimos comprometidos, desde el impulso inicial, con la construcción de este Plan Nacional de Agroecología (PNA), que deberá partir de las necesidades de productoras y productores, y por tanto tener un fuerte énfasis territorial». Definición política del 7° Encuentro Nacional de la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas del Uruguay, en Guichón, Paysandú, 2015.
Como bien sostiene el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en un posteo web del 6 de abril, “en diciembre de 2019 el Parlamento promulgó la Ley 19.717 que declara de interés general la agroecología y crea una Comisión Honoraria que tiene como principal cometido la elaboración de un Plan Nacional de Agroecología, su implementación y seguimiento”.
Sin embargo, entendemos conveniente aclarar que la ley fue impulsada por la Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas, junto a la Red de Agroecología y la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA). Las tres nos apoyamos en el acumulado histórico que existe en Uruguay gracias al compromiso de muchos/as productores/as familiares, organizaciones sociales y docentes e investigadores de la Universidad de la República.
En 2015, la Red de Semillas definió en su 7° Encuentro Nacional, desarrollado en el marco de la 6a Fiesta Nacional de la Semilla Criolla y la Agricultura Familiar, abocarse a impulsar la creación de una política pública para la promoción de la Agroecología como forma de desarrollo a nivel rural, suburbano y urbano.
La discusión del Encuentro de 2015 definió además 12 líneas estratégicas que pasaron por el desarrollo e impulso de procesos de jóvenes y mujeres, impulso a la producción y abastecimiento local de alimentos, con la creación de canales de comercialización, a la investigación, formación y extensión, entre muchas otras.
Fue así que la Red de Semillas convocó a la Red de Agroecología y a la SOCLA, para dar inicio a un proceso dirigido a difundir la importancia de esa política pública, definir líneas estratégicas conjuntas y construir alianzas que visibilizaran las propuestas y espacios de lucha por un modelo de desarrollo alternativo al agronegocio.
Desde entonces la Red de Semillas debatió y desarrolló los ejes que consideró fundamentales para la elaboración del PNA, y enfatizó siempre la centralidad que tienen las semillas criollas para el desarrollo de la agroecología. La ley que promueve la agroecología promulgada en diciembre había sido aprobada en el Parlamento por unanimidad un año antes.
La conformación de la Comisión Honoraria que debería elaborar el PNA ha tenido a la Red de Semillas como uno de los actores claves en el desarrollo de su contenido, forma y dimensión, y también en la articulación para su construcción. Así hemos respondido al compromiso y activismo asumido hace cinco años.
Entendemos que es crucial dar respuesta a la creciente demanda de alimentos saludables y culturalmente apropiados, y aún más en el contexto de la crisis desatada con el coronavirus, y enfrentar la evidente crisis ecológica y social a la que conduce el modelo del agronegocio en nuestro país. Modelo que acarrea la negación -e incluso pérdida- de derechos fundamentales, como el derecho a la salud, al agua y a un medio ambiente sano.
Como Red Nacional de Semillas Nativas y Criollas, nuestro objetivo es contribuir a la construcción de la soberanía alimentaria de la población, mediante el rescate y la revalorización de las semillas nativas y criollas, y la promoción de la producción agroecológica y la agricultura familiar.
Reivindicamos, una vez más, nuestro compromiso a contribuir a que la nueva política pública que promueve la agroecología garantice lo ya estipulado en la Ley: “Fomentar la conservación y el uso de recursos genéticos autóctonos y reconocer los derechos de los agricultores a reproducirlos y asegurar su disponibilidad”.