Las autoridades del PIT-CNT solicitaron una reunión «urgente» con el canciller Rodolfo Nin Novoa, para expresarle su preocupación por las negociaciones que mantiene Uruguay en el marco del Acuerdo de Comercio de Servicios (TISA, por sus siglas en inglés), porque suponen un riesgo a la «soberanía nacional».
La Mesa Representativa Nacional Ampliada del PIT-CNT decidió «rechazar el ingreso» de Uruguay al TISA, una medida que se tomó en diciembre del 2014, al cierre de la administración de José Mujica. «Nuestro deber seguirá siendo ser centinelas de la democracia, cueste lo que cueste», afirmó la central sindical en la resolución, adoptada la semana pasada, en la que cuestiona la iniciativa del gobierno.
Según la central sindical, avanzar en ese proceso «pondría en riesgo el patrimonio y la soberanía nacional, con la intención de liberalizar y desregularizar los mercados». Por eso decidió «solicitar una audiencia de carácter urgente» al canciller y al subsecretario de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela. Hasta ayer miércoles la entrevista no había sido concedida.
De acuerdo a la información que maneja el PIT-CNT, hasta el momento el TISA lo integran la Unión Europea, Estados Unidos, Australia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, Japón, Noruega, Nueva Zelanda, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Corea del Sur, Suiza, Turquía y Uruguay.
Las conversaciones dentro del TISA, según información publicada por la Comisión Europea, «se basan en las propuestas formuladas por los participantes». El acuerdo «apunta a la apertura de los mercados y mejora de las normas en áreas como la concesión de licencias, los servicios financieros, las telecomunicaciones, el comercio electrónico, el transporte marítimo, y los profesionales de la mudanza al extranjero temporalmente para prestar servicios».
El tema del TISA apareció en la agenda de la central sindical uruguaya gracias a información que le fue proporcionada a sus dirigentes por la Internacional de Servicios Públicos (ISP), una entidad con sede en Francia que reúne a más de 20 millones de trabajadores, representados por 650 sindicatos en 148 países.
Según dijeron a Búsqueda fuentes de la central uruguaya, las negociaciones comenzaron en el 2012 «de modo sumamente reservado».
La resolución de la Mesa Representativa sostiene que en los últimos años «por la vía de los hechos, se ha ido construyendo un sistema jurídico de protección de los intereses de las grandes empresas trasnacionales, con el argumento de favorecer el ‘clima de negocios’ necesario para la promoción de inversiones y planes de desarrollo». Y señala que el TISA es un ejemplo más de ese proceso.
«A pesar de la poca información disponible, algunas características son conocidas. Se trata de un acuerdo o tratado que pretende liberalizar el comercio e inversiones en los servicios, y expandir ‘disciplinas regulatorias’ en todos los sectores, incluyendo muchos servicios públicos, que de concretarse, podría alterar significativamente su marco regulatorio. Lo poco conocido, en virtud del secretismo que encierra las negociaciones del TISA, permite inferir que siguen el libreto empresarial de utilizar los acuerdos comerciales para ‘perpetuar y tornar irreversibles las privatizaciones y promover fusiones, adquisiciones y la desregularización, asegurando un mayor control y extracción de ganancias de las economías nacionales y la economía mundial’», sostiene el PIT-CNT.
Detalla que los servicios que, a su entender, estarían afectados por el tratado «van desde el transporte, las telecomunicaciones, construcción, venta al por menor, ingeniería, suministro de energía, distribución del agua, contabilidad, marketing, publicidad, el sector bancario y de seguros, la conservación de la naturaleza, ocio, museos, educación, salud, los servicios fúnebres y mucho mas».
«Calentura». Ismael Fuentes, dirigente de los empleados de comercio (Fuecys) e integrante del secretariado ejecutivo del PIT- CNT, dijo a Búsqueda que el hecho de que se conozca poco «y esté casi todo en secreto no es un buen indicador».
«Por eso digo que hay preocupación y calentura en la central con este tema. Hay mucho en juego y la verdad es que no tenemos claro cómo se dio esto y cuál fue su origen. Cualquiera sea el caso, entendemos adecuado que el gobierno dé un pronto giro en este tema y abandone el tratado».
A su turno, el responsable de la secretaría de Relaciones Internacionales de la central y secretario general del gremio bancario, Fernando Gambera, contó que «alrededor de octubre, apareció una nota en ‘La Diaria’ sobre el tema» y la central sindical fue a «hablar con el canciller Almagro sobre el punto».
«En aquel momento nos dijo que solo eran conversaciones y no había nada en concreto», recordó el gremialista.
Gambera contó que la semana pasada el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, se reunieron con el secretariado del PIT-CNT y «quedaron perplejos» cuando los sindicalistas les plantearon el tema.
Según el PIT-CNT, esa reacción es una muestra de que «el secreto» es la regla en ese tratado. Gambera les dijo a Murro y García que muchas normas podrían quedar inaplicables porque el TISA incluye el concepto de «leyes nacionales innecesarias». Añadió que la negociación se hace por fuera de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio.
Para el coordinador de PIT-CNT, Marcelo Abdala, si la estrategia de inserción internacional es un componente central de la estrategia de desarrollo nacional y determina el tipo de especialización productiva del país, «el TISA es altamente inconveniente». Al establecer «el libre comercio de los servicios, impide que se desarrollen las compras gubernamentales como un factor de desarrollo y empuje a las redes locales de empresarios nacionales», sostuvo.
Abdala consideró además, que el carácter secreto «así como entrar adhiriendo a lo ya establecido, lesiona la soberanía nacional», aseguró. «Es un disparate».
Fuente: Búsqueda